17 años después he vuelto a pasar por el Ventorro. 17 años, se dice pronto.
Nadie de los que conocía estaban, ni en Benarrabá ni en Gaucín. Juan, el hombre que esculpía madera murió este mismo año, y mi coche ha desaparecido de su propiedad.
Tampoco está Ángel ni su familia, El hombre que me ayudó a reparar la caseta donde iba a montar el Café Internet, gitano él y su familia, super trabajador y buena gente, espero que estén todos bien.
Por cierto, después de que a mi me dijeran que no podía montar allí un restaurante (al parecer la palabra ̈Café ̈les hacía evocar un establecimiento de gastronomia, o algo), no tardó en montarse el propio alcalde un restaurante en toda regla después de que yo me hubiera ido. No le debió ir muy bien, porque lo tuvo que abandonar al poco tiempo, según me contaron. En fin ...
Tampoco vi a nadie de Gaucín, y casi que prefiero. Y por cierto, que Spotify, según llegaba al pueblo con el coche, decidió regalarme con una canción que escuchaba en aquel entonces muy a menudo, y que llevaba años sin escuchar, hay que ver lo controlados que nos tienen los algoritmos ...
Boa sorte
Adios Ventorro, Adios Benarrabá, Adios Gaucín. Adios Juan, Adios Billy, Adios Bobo ...
