jueves, noviembre 10, 2005

Sin apelación posible

Hoy no ha sido de mis mejores días, la verdad.

El día ha empezado perdiendo el autobus que me iba a llevar a Ronda. Me habían dicho que salía sobre las 9 del cruce de Benarrabá y a las -1/4 le he visto alejarse. Me ha llevado Victor y se puede decir que el trayecto ha sido la mejor parte de mi día.

He llegado a los Juzgados, pensando inocente de mi, que podía apelar la sentencia.
El Juez me ha explicado muy amablemente que la Justicia Española no permite apelar a menos que se abone primero la cantidad que se me condena a pagar en la sentencia.

Conclusión:
Se asume en todo momento que soy culpable, no se me procura un abogado que pueda defenderme, no se me deja ni siquiera hablar para demostrar lo contrario, no se admite ningún documento que demostraba sin lugar a dudas mi version de los hechos y no se me permite apelar.
Para eso no hacía falta haber hecho ningún "Juicio".

Al volver he perdido el autobus de vuelta (ha salido antes de tiempo) y he tenido que coger un taxi (35 Euros del ala).

Luego ha venido Salva, borracho hasta las cejas y me ha deprimido un poco más, si cabe.

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